Es la víspera de Navidad, y en todas las casas los niños pequeños comienzan a irse a la cama.
En sus voces podemos oír la excitación y emoción por los regalos que encontrarán mañana al despertar… Mientras, muy lejos de sus casas, en el Polo Norte, Santa Claus y su famoso reno de nariz roja, Rudolph, están llenando su mágico trineo con los juguetes que repartirán a los niños de todo el mundo.

Pero este año, el malvado Mr Sandman (sí, el de la tierna cancioncilla de “Mr. Sandman, bring me a dream (ban, ban, ban, ban…)” que oímos en muchas pelis navideñas), cansado de que ser un segundón en esto de la navidad, planea detener a Santa y Rudolph, desprestigiarlos, y apoderarse de la Navidad.

Ejecutando su maléfico plan, Sandman y su ejército de pingüinos renegados irrumpen en el taller de juguetes de Santa y secuestran a todos los elfos ayudantes, encerrándolos en una fábrica donde los obligará a trabajar en peores condiciones que las de los talleres textiles chinos ilegales. Así todos los juguetes del mundo pertenecerán a Mr Sandman para siempre.

Por suerte Santa y Rudolph tenían ya listo su trineo y habían partido para la entrega de juguetes de esta noche. Sandman no duda en mandar tras ellos a su ejército de esbirros y así interceptar las entregas. Pero lo que no imagina es que Santa y Rudolph, desde aquella vez que el Grinch intentó también secuestrar la navidad, siempre llevan preparado en su trineo un lanza-cohetes y unas bombas por si las moscas.

Queridos niños, estas van a ser unas navidades moviditas…

Para todos aquellos que les gusta disfrutar de un juego de temática navideña en estas fechas, aquí os recomendamos este “Santa & Rudolph do Christmas”. Se trata de una variante navideña de JetPac, un juego de la mítica compañía Ultimate que gozó de gran popularidad en los ordenadores ZX Spectrum. Para aquellos que no lo conozcan, en JetPac manejábamos a un astronauta con un propulsor en su espalda que le permitía impulsarse y volar por una pantalla fija mientras recogía y coloca piezas o combustible para montar un cohete. Una vez montado y llenado de combustible, el cohete despegaba y nos trasladaba a una nueva pantalla.

En Santa & Rudolph nuestro personaje (Santa o Rudolph según seleccionemos a principio de la partida), utiliza un globo con helio para moverse y volar de la misma manera que se hacía en JetPac. Esto es que mientras pulsemos hacia arriba ascenderemos, pero en el momento dejemos de pulsar en esa dirección la gravedad nos llevará hacia el suelo.

Mientras luchamos contra el efecto de la gravedad deberemos recoger los paquetes de regalos que cruzan las pantallas y que se supone que nos lanza desde el trineo el personaje que no seleccionaste. Cuando consigamos atrapar un regalito, deberemos llevarlo a alguna ventana cercana y dejarlo allí para los niños que vivan dentro. Tras un determinado número de regalos entregados se abrirá un portal mágico y pasaremos una nueva pantalla.

Una tarea sencilla si no fuera por los esbirros de Sandman, que dificultaran bastante nuestro objetivo. Pues aunque contemos para defendernos con un poderoso lanza-cohetes anti-grinchs, tendremos que demostrar una verdadera habilidad escurridiza en muchos casos, porque algunos enemigos son indestructibles. De hecho si pasado un cierto límite de tiempo no hemos entregado los juguetes todos los enemigos se convertirán en una especie de minas doradas indestructibles que nos perseguirán incesantemente y reducirá considerablemente las posibilidades de salir con vida de ese nivel.

Tras 15 desafiantes niveles recorriendo el polo norte, la ciudad, el desierto, la selva e incluso marte (la navidad llega a todas partes, pobres niños marcianos) y una vez entregados los regalos a todos los niños del mundo, Santa y Rudolph volverán al polo norte para destruir la fábrica de Sandman y liberar a los elfos. La mecánica en este nivel decimosexto es realmente la misma sólo que en vez de regalos debemos recoger y depositar bombas en la ventana de la fábrica hasta que esta reviente, esta vez sin tiempo límite pues los enemigos serán directamente desde el comienzo las mortales minas persecutoras. La empresa no será fácil, pero seguro que salvar la navidad merecerá el esfuerzo.

La originalidad del desarrollo puede ser escasa, pero también es cierto que el Amiga no tuvo una conversión (oficial) de JetPac, así que es perdonable, pues pocas veces encontraremos un juego con tanto espíritu navideño como este. Tanto que sus autores lo crearon como un regalo de navidad a todos los usuarios de Amiga, y se distribuyó de forma gratuita como software de dominio público (PD).

Vale, la calidad del software de dominio público no suele llegar al mismo nivel que los comerciales. Particularmente en Amiga la gran mayoría de juegos PD fueron creados con AMOS, (un lenguaje fácil y vistoso, aunque no demasiado potente). Y en este caso, aunque fuera AMOS Profesional, es lo mismo, no es la mejor herramienta para crear un juego de gran calidad.

Pero con mucho cuidado y en manos de un buen programador, no hay lenguaje malo (claro que estamos hablando de un clon de un pequeño juego para ZX Spectrum 10 años después en una maquinaza de 16bits, tampoco es que exigiría demasiado al hardware del Amiga). La respuesta es precisa, los movimientos rápidos, la acción frenética y sin ralentizaciones… Todo muy cuidado y pulido. Santa & Rudolph incluso alcanzó una clasificación de Juego PD del año por parte de la famosa revista Amiga Format, podemos pues dejar de dudar de su calidad (que encima era un juego gratis).

Además sus gráficos tan monos y entrañables, y un sonido tan simpático (con versiones de los villancicos “Rudolh the red nosed reinder”, “Jingle bells” y por supuesto “Mr Sandman” unidos a unos FX donde no faltarán samples de “Merry christmas” o “hou hou hou”), que se consigue dar al juego ese “retoque final y detalle” que suele faltar a los juegos de PD y les separa de la calidad comercial.

Un juego que nos harán pasar una feliz navidad… y mucho más. Porque casi olvidaba comentar su último regalo: Según escojamos a Santa o a Rudolph para jugar, las fases serán diferentes, tanto en orden, enemigos, patrones de ataque… ¡Incluso el nombre de los niveles cambia! Lo que dará una doble vida aún juego ya de por sí divertido y excelente, así igual os dura hasta la próxima navidad… ¡¡¡Hou, hou, hou!!!

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