Acelera, toma la curva cerrada…golpea al contrario y coge una buena provisión de misiles.
La próxima vuelta puede ser la última de tu vida…la consigna es ¡ganar o morir!.
¿Os imagináis un “Mortal Kombat” con coches?, pues esa es la sensación que tuve la primera vez que cargué este tremendo “Roadkill” en mi CD32.
La intro nos deja las cosas bien claras.. coches adelantándose a toda leche, chocando unos con otros y dando tumbos en el aire. De repente un conductor, después de dar tropecientas vueltas de campana, logra salir ileso, para segundos después ser atropellado sin contemplaciones por otro vehículo.. la sangre salpica la cámara y una voz profunda grita “It’s Showtime!”, la sangrienta diversión, sólo acaba de empezar.
A primera vista, parece que nos estemos enfrentando al típico juego de carreras con vista cenital, un género que en Amiga tiene verdaderas maravillas, ¿que es lo que hace especial a este juego de Acid Software?.
Si habéis prestado atención a la intro, seguramente ya lo habréis descifrado, la clave de este tremendo juego de coches, es su violencia, muy bien “envuelta” por los otros elementos del juego.
Con una estética cercana a al gran L.E.D. Storm de Capcom, y velocidad propia del arcade más frenético, RoadKill nos lleva a recorrer 13 pistas, divididas en 4 campeonatos, en las que correrá la sangre, y cualquier brutalidad está permitida.
Técnicamente a la altura de cualquier recreativa de finales de los noventa, suave, con un control casi perfecto, y adictivo hasta la médula, RK es uno de esos juegazos que a más de una se le pasaron por alto, ya que se lanzó al inicio del completo declive del Amiga, época, que por otro lado, nos trajo verdaderas proezas obra de “sceners” y conocedores de las entrañas de nuestra querida máquina.
RK es un “peaso” de juego, uno de los más divertidos de su estirpe, yo por lo menos, no disfrutaba tanto de un juego de coches desde los tiempos del ATR de Team 17, y no es sólo la velocidad y suavidad lo que lo hace grande, sino la posibilidad de hundir en la miseria al resto de los contrincantes a base de misilazos, y de que ellos hagan lo mismo si nos consideran una amenaza para su liderazgo.
¿Es un Mario Kart con vista aérea?, no ni de coña.. aquí no hay inocencia ni diversión sana, se trata de “crujir” a todos los que podamos, y los organizadores del “RoadKill” saben que eso es lo que trae audiencia, por eso las carreras están amañadas, y repletas de obstáculos extras, repartidos por las “KillZone”, una zona del circuito, en la que podremos hacer “jackpot” destruyendo contrincantes y repleta de trampas para que la sangre salpique lo más pronto posible la pantalla, amenizado por su tétrico locutor, algún primo segundo de la mismísima Muerte, que parece regodearse en la destrucción y la muerte que trae esta particular versión del “Death Race 2000” de toda la vida.
Sangre en el Asfalto
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90%
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94%
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95%
Roadkill (Vision/Acid Software) (AGA/CD32)
– Brutalmente Adictivo
– Bestia como el solo
– El “announcer” es un tipo con clase
– Control casi perfecto
– Gráficos y suavidad digna de recreativa
– Encadenar “jackpots” es una gozada
– Ganar una o dos carreras es fácil, el campeonato, una misión suidicida.
– Casi no tiene música