Cuando un grupo de programación totalmente nuevo entra en escena, siempre cabe la posibilidad de que nos encontremos ante un producto digno.
Pero si estos chicos nuevos vienen refrendados ni más ni menos que por una grande como Gremlin Graphics, podemos dar por sentado el hecho de que nos vamos a encontrar con un título de calidad.
Tal cual era Disposable Hero, un matamarcianos presentado por la antaño famosa compañía de Jack the Nipper y Aufwiedersehen Monty y programado por el aparentemente novato binomio formado por los muchachos de Boys Without Brains y el grupo Euphoria.
Y decimos aparentemente, porque ambos equipos tienen su historia…
NOTA: Análisis cedido gentilmente por Metodologic.com, puedes ver el original y comentarlo aquí
Concretamente, Boys Without Brains provenían de la mítica demoscene del Commodore 64, siendo aparte los responsables de un señor juegazo como es el gran Hawkeye de Thalamus (mítico por ofrecer la posibilidad de trastear con la música mientras cargaba el software)… palabras mayores, ¿verdad?
Tampoco eran novatos los de Euphoria, venidos de la scene amiguera y con ganas de armar jaleo en la máquina de sus amores.
Concretamente, pusieron todo su saber tecnológico en lo concerniente al brutal apartado audiovisual de Disposable Hero, siendo en su momento uno de los shoot’em ups más avanzados del momento.
Disposable Hero hizo acto de aparición justo cuando el Amiga estaba flaqueando, sucumbiendo su popularidad ante el implacable pisotón de la piratería y el estruendo de aquellos compatibles PC armados con VGA y Sound Blaster alimón.
Con esta situación de por medio, a España no nos llegaba de forma oficial ni las migajas, centradas única y exclusivamente en el boom que por aquellos entonces significaba el localizar y publicar todo tipo de gloriosas aventuras gráficas.
Es por ello que la existencia de un genial shmup como Disposable Hero pasó absolutamente desapercibida para los españolitos de a pie.
Otros, como el que esto suscribe, pudo dar buena cuenta del magnífico buen hacer de sus programadores y de la salvaje dificultad del jueguecito de marras.
Porque vaya si estaba complicado el asunto de progresar en Disposable Hero.
A la vista saltaba que su desarrollo se inspiraba en los grandes clásicos del género, como buenos ejemplos son R-Type o Gradius, asumiendo más aún si cabe su rol marcianil tomando como referentes algunos mitos del Amiga a la usanza de Z-Out o The Oath.
Haciendo honor a estos dos últimos, Disposable Hero era difícil hasta la médula… pero no una dificultad de esas “imposibles”, sino que, para masocas como yo, era algo absolutamente gratificante.
O sea, duro… ¡durísimo! Pero posible… posible si eras (y eres, vaya) un muy, muy buen jugador de matamarcianos.
Su desarrollo incluía pocas innovaciones dentro de su género, siendo la más destacable en todo caso aquella referida a las nuevas armas de nuestra nave.
Y es que, para mejorar la potencia de nuestros cañones, debíamos introducirnos en unas cúpulas que de vez en cuando adornaban el escenario para allí comprar los nuevos elementos a medida que subía el poder de nuestro particular caza.
Aún así, en Disposable Hero teníamos casi de forma perenne un poder ofensivo bastante escaso en relación a los exagerados láser de los matamarcianos nipones, cosa que complicaba aún más las cosas.
Abundantes son en Disposable Hero los enemigos, si bien el retorcido diseño de los escenarios ya suponía de por sí un importante reto.
Dignos de mención eran los jefazos gordos, algunos de los cuales hacían acto de aparición sin necesidad llegar a la mitad o al final de la fase.
Ninguno de ellos se apiadan de nuestra vulnerabilidad, siendo auténticos engendros tan espectaculares como rocosos.
En definitiva, un desafío capaz de ponernos a cien, donde la suerte no tiene lugar y, por contra, se requiere de forma absoluta la pericia del jugador a la hora de esquivar.
Amigos, con un buen joystick (como era en mi caso, con un glorioso Telematch 500) no sabéis cómo se disfruta de Disposable Hero…
Además, a nivel audiovisual es una verdadera maravilla. Exclusivo para los ordenadores Amiga, se aprovechaba el hardware al ciento diez por ciento, con sprites inusualmente coloridos (recordemos que estamos hablando de un título para Amiga 500) y repletos de efectos, a la par que pocas veces contemplaremos escenarios tan variados y bien detallados.
Heil Holt y Arthur van Hole son los responsables de tamaña obra maestra, con la genial aportación de Mario van Zeist al código, haciendo que todo el equilibrado conjunto se mueva a sesenta imágenes por segundo. Rick Beckmann y, nuevamente, Heil Holt rematan el asunto con una banda sonora que pone las pilas a tope.
En definitiva, Disposable Hero era (y, ojo, es) un shmup capaz de dejar por los suelos a un mito sobrevalorado como Project X.
Recomendado de corazón (también la versión Amiga CD32, prácticamente idéntica pero… ¡un poquito más fácil!), esta producción de Gremlin es, para vuestro amigo y vecino Spidey, uno de los cinco mejores matamarcianos del Amiga… ¡que no es poco!
Disposable Hero (Euphoria/Gremlin) (ECS/OCS/CD32)
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94%
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95%
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90%
Totalmente Disponible
– Una maravilla visual, desde los enemigos a los fondos, un pasote
– La banda sonora, tanto la versión “Chip” como la de CD, magistral
– Los efectos de sonido de la versión CD son muy superiores
– La dificultad “revisada” de CD32
– Su endiablada dificultad
– Que la versión de CD32 no tenga más colorido
– Los fondos te confunden a veces